En vísperas de la festividad de la Inmaculada Concepción, hemos querido escribir este artículo en nuestro blog dedicado a nuestras queridas ´Inmas´y ´Conchas´.
El hecho de que la Inmaculada Concepción se celebre el 8 de diciembre no es casualidad. La Iglesia considera que la concepción de María fue nueve meses antes de la festividad de su nacimiento que se celebra el 8 de septiembre de ahí que sea este el día elegido. Tradicionalmente se celebró así y tomó aún más sentido cuando el Papa Pío IX (Pionono)proclamó el dogma el 8 de diciembre de 1854.
La Inmaculada como Patrona de España
Además del origen religioso la Inmaculada Concepción es patrona y protectora de España también desde 1644 y ello se debe a un momento histórico conocido como Milagro de la batalla de Empel , que sucedió entre el 7 y 8 de diciembre de 1585 durante la Guerra de los 80 años.
«El ejército español estaba sitiado por un conjunto de navíos holandeses en el monte de Empel cuando descubrieron una imagen de la Inmaculada. Entonces la colocaron en un improvisado altar y esa noche se produjo el milagro y se helaron las aguas que les rodeaban. De esa forma los españoles pudieron atacar por sorpresa y ganar la batalla». Este acontecimiento es el que convierte el 8 de diciembre en fiesta nacional.
El origen del Dogma
El término Inmaculada Concepción no se refiere a la concepción de Cristo en el seno de la Virgen María, su Madre, sino a la concepción purísima de María en el vientre de su madre: Santa Ana. Según esta doctrina, al ser elegida como la nueva Eva, la Madre del nuevo linaje redimido, Dios, la preparó con todo esmero en el orden sobrenatural, preservándola inmune del pecado original y llenándola de gracia y virtudes.
Esta idea fue ganando partidarios a lo largo de la Edad Media, llegando a ser, incluso, fuente de debate entre las distintas ordenes monásticas. Incluso, la ciudad de Sevilla, desde 1613 hasta la proclamación del dogma en 1854, participó activamente en la polémica inmaculista. En el escudo de la ciudad se coloca la inscripción ¨y mariana¨
La imagen de María Inmaculada
Debido a lo difícil que era representar un tema tan abstracto, el modelo ha tenido una lenta y gradual evolución hasta llegar a lo que hoy en día identificamos con el modelo iconográfico de la Inmaculada Concepción de María.
El precedente inmediato del modelo inmaculista lo encontramos en una versión plástica de la Virgen María que aparece citada en el Cantar de los Cantares: “Totta Pulchra es, amica MEA , et macula non est IN te”. “Toda hermosa eres, amada mía y no hay mancha alguna en ti”.
Es la iconografía de la Tota Pulchra. En torno a Ella se agrupan formando una orla los principales motivos de las Sagradas Escrituras, aludiendo a su belleza inmaculada: escogida como el Sol, hermosa como la Luna, puerta del Cielo, alta como el cedro, esbelta como la palmera, plantación de rosas, pozo de aguas vivas, estrella del mar, lirio entre espinas, etc
El arte contrarreformista, con sus ansias de doctrina religiosa y lucha contra las teorías luteranas, propició y potenció el culto a la Virgen María, propagando con rapidez este nuevo modelo de la Inmaculada Concepción, en clara lucha contra las teorías protestantes que no creían en el dogma.
Esta nueva forma fue codificada por el pintor sevillano, escritor y censor artístico de la Inquisición, Francisco Pacheco, en su Arte de la Pintura (1649)
Los rasgos esenciales se toman de la “Mujer del Apocalipsis”, modelo que Pacheco adoptó y amplió: María, de doce o trece años de edad aparece acompañada por un conjunto de símbolos, como el escabel Luna, en representación al universo material creado; una o varias cabezas de querubines, en nombre de todos los ángeles y de la creación espiritual; y la cabeza de la serpiente del paraíso, aplastada por la representación de la Nueva Eva.
Otros símbolos son la aureola de doce estrellas, que representan la Maternidad sobre la Iglesia fundamentada en los Doce Apóstoles. A veces, la aureola rodea una corona, símbolo de realeza. Si posee ráfaga de rayos, representa el vestido de sol, pues ella llevó dentro de sí al mismísimo Sol de Justicia.
Los atributos simbólicos pueden admitir variantes :
La Luna
símbolo antiguo de la castidad, se representa normalmente con las puntas hacia arriba, en cuarto creciente, aunque los más ortodoxos la prefieren con las puntas hacia abajo, lo cual era necesario para que María recibiera la luz del Sol a través de la luna. Francisco Pacheco, la va representar con las puntas hacia abajo en su “Inmaculada” del Palacio Arzobispal de Sevilla. En cambio, Zurbarán, lo hará mediante una luna llena, que trasmite más luz.
La Indumentaria
En un principio se utilizan el jacinto para el traje y el azul para el manto, pero, posteriormente, se defenderá el blanco para el traje y el azul para el manto. Es Murillo quien consagrará definitivamente estos colores y la escenografía celestial, para una Virgen joven, estática y apacible.
Os adjuntamos imágenes de la Inmaculada Concepción realizadas por grandes artistas inmaculistas.
Curiosidades
- El nombre del pastel se lo dio su creador, Ceferino Isla González, en honor del papa Pío IX (Pio noveno en italiano se dice Pio nono) por haber proclamado el dogma de la Inmaculada Concepción, de la que Isla era muy devoto.
- En los países de Sudamérica no se utiliza el nombre ´Concha´porque para ellos hace referencia al órgano reproductor femenino.
Esperamos que disfrutéis del Puente de la Inmaculada y os invitamos a conocer estas imágenes y muchas cosas más en compañía de CitytourSevilla