Hoy presentamos un artículo un poco diferente, pero pensamos que viajar visitando lugares personalmente o viajar con la mente con la ayuda de un libro tienen muchas cosas en común, como la curiosidad de experimentar sensaciones nuevas o enriquecer nuestras experiencias.
Entrevistamos a Sergio Moreno López, que acaba de publicar su segundo libro.
PEQUEÑA RESEÑA BIOGRÁFICA Nacido el 9 de marzo de 1975 en Barcelona. Afincado en Madrid desde 1986, concretamente en el Municipio de Alcorcón. Cursó estudios de Diplomatura en Trabajo Social que finalizó en 1997. Desde entonces ejerce como trabajador social en distintos centros de la Comunidad de Madrid, atendiendo a diversa población en riesgo de exclusión social, estando en activo en el momento actual. Simultánea su actividad laboral con su gran afición, la escritura, en la que comienza en el año 2002, escribiendo una primera novela y algunos relatos cortos que, sin embargo, no llega a publicar. Es en 2016 cuando escribe una novela que sería la primera que quedaría editada en el año 2017, Nieve negra. En el año 2020 escribe su segunda novela, Redención. |
Aprovechando que este magnífico escritor es primo de nuestras compañeras Raquel y Diana hemos tenido el privilegio de poder entrevistarlo en exclusiva.
A continuación las preguntas que hemos hecho a Sergio, que ha tenido la amabilidad de dedicarnos algo de su tiempo.
¿Cuándo surgió el deseo o la necesidad de escribir?
Pues nació cuando vivía en Aranjuez. Era el año 2001-2002 y vivía solo. Apenas tenía estímulos que me entretuviesen más allá de la televisión. Me acababa de mudar y no conocía a nadie. Me aburría profundamente. Internet no era lo que hoy día nos da tanta vida. Estaba en su fase inicial y aún quedaban muchos años para alcanzar todo su potencial (y lo que le queda…).
Es por ello por lo que comencé a escribir un sucedáneo de novela. Nació como una historia cuyo destino no sabía si finalmente vería la luz. Previamente, años antes, había escrito algún cuento, algunas frases de tipo reflexivas y algo de poesía. Nada destacable a decir verdad, pero que me dio pie al cabo del tiempo para intentar escribir la primera historia algo más larga, con exposición, nudo y desenlace.
¿Tiene que ver con tu entorno profesional?
Para nada. Yo me dedico al trabajo social. Quizás lo único que tiene en común es que se trata de una carrera de letras, pero hasta ahí su conexión con la escritura.
¿Empezaste directamente con el formato de novelas?
Como comentaba antes, previamente había hecho algún intento de escribir pensamientos, tipo ensayo, algo que se parecía a la poesía (perdón a los poetas por ello) y algún cuento, más para mí que para ser leído más allá de un círculo estrechísimo.
¿De dónde te vienen las inspiraciones?
La principal viene de mi padre. Siempre le ha gustado escribir y tiene poesías y escritos que siempre me han parecido admirables. He crecido con el incentivo por su parte de leer y al haberse dedicado al mundo editorial, de algún modo he estado muy en contacto con los libros.
Otra inspiración que me llega más tarde es Sara, mi mujer, que cuando leyó ese escrito que hice en 2002, cuando vivía en Aranjuez, me animó a escribir de un modo más constante, a retomar de forma seria la escritura. Confiaba en mis capacidades y me dio la motivación y confianza en mí mismo para atreverme con un reto como el de escribir una historia realista, verosímil y que me hiciese sentir satisfecho.
A partir de ahí, la primera novela editada, que no es la que escribí en 2002, nace del mundo onírico. Un sueño me dio la recreación de un escenario, en el que construí todo lo demás. Esto fue en 2016. Su título Nieve negra.
La inspiración para mi actual novela, Redención, se la debo a mi primera historia, la del 2002 que titulé Justicia divina. La releí muchos años después, en este pasado año 2020 y aunque poco pude extraer por considerarlo muy pobre, me dio la suficiente inspiración para comenzar a escribir a partir de ahí y al finalizar, contemplar lo poco que tiene que ver con aquella, pero a la que debo este segundo libro.
¿Cuál sería este lugar perfecto para escribir?
Si esta pregunta se la haces a casi cualquier persona de cualquier gremio o profesión, un lugar para inspirarse, creo que un alto porcentaje diría esto que voy a decir y que es tan poco original; una habitación con un amplio ventanal, una silla cómoda, con vistas al mar y con la ventana abierta, escuchar el rumor de las olas. Ese es el escenario perfecto para escribir.
No tenemos mar en Sevilla, pero quizás algún día esta vista a los jardines del Alcázar te podrá inspirar. Al menos es azul como el océano. |
¿Escribes en tus ratos libres o te hace falta periodos más largos como unas vacaciones?
He llegado a escribir incluso en horario laboral. Está mal decirlo, pero en uno de mis lugares de trabajo, en el que llevaba más de una década, y me sentía desmotivado, cuando no tenía pacientes a los que atender, me dedicaba algún ratillo a este “vicio”. Es verdad que ha sido algo anecdótico pero cierto.
He llegado a escribir después de levantarme a altas horas de la madrugada porque se me había venido una idea que no me dejaba dormir. Me levantaba y me ponía a escribir antes de que las musas decidieran largarse. En definitiva, escribo cuando me surge pero evidentemente he de tener tiempo libre para hacerlo.
En esta novela, Redención, todo el tiempo ha sido ratos libres y eso se lo debo a la enfermedad que me ha tenido ocupado parte del 2020, un maldito tumor. Como siempre, todo lo malo posee algo bueno. Me quedo con eso ya que pude dedicarle el tiempo necesario sin distracciones ni ruido, a meterme de lleno en la historia.
Por cierto, he ganado la partida al cáncer.
¿Pluma, máquina de escribir u ordenador y porque?
Claramente ordenador. Es más fácil borrar, guardar y hacer modificaciones. Máquina de escribir no tengo. Es algo en desuso y aunque tengo ya una edad y bien podría tener una, con la de veces que tecleo incorrectamente con estos torpes dedos, y la de correcciones que hago, no ganaría para folios y tampoco finalizaría en un tiempo decente la historia que tuviese en mente.
La pluma tampoco es alternativa adecuada. Tengo una caligrafía para que me lo haga mirar. Como dicen mis hermanos, tengo letra de niño pequeño. Igual debería un día de estos retomar los cuadernos Rubio.
¿Tu escritura tiene método o es un proceso creativo caótico?
Me alegro que me hagas esa pregunta… Mi método realmente es que no tengo método. Me explico. No tengo formación en escritura ni técnica. Lo que escribo lo hago según lo aprendido a través del tiempo y de nutrirme de escritores consagrados y de otros menos conocidos, de los que creo ir aprendiendo para ir adoptando un estilo o un modo de narrar propio.
Podría explicar este estilo o proceso creativo así: es como si de algún modo estuviese delante de una pantalla y a través de un proyector, pudiese ir viendo cómo se desarrolla cada escena. De hecho, ni siquiera yo mismo sé cómo terminan mis novelas. Dependiendo del desarrollo y lo que veo en esa pantalla, voy decidiendo improvisadamente el destino de los personajes. Obviamente, antes tengo una idea del argumento, pero el proceso creativo es bastante anárquico, aunque no lo es la coherencia narrativa. Al menos eso intento y es lo que me da más quebraderos de cabeza porque cuando modifico algo de manera improvisada, debo a su vez modificar aquellas escenas que se ven influidas por ello. Teniendo en cuenta que la historia sea verosímil, el resto es bastante anárquico como he dicho.
¿Cómo surgió Redención- hebras de tinta?
Como os decía antes. Recuperé la novela del año 2002 y volví a darle forma atendiendo al momento actual y a todo lo aprendido para que resultase más congruente e interesante. Creo que lo he conseguido, aunque me han hecho falta 18 años.
¿Nos puedes adelantar algo de la trama?
Por supuesto. De hecho, os pongo un copia-pega de la sinopsis que elaboré para la edición de la novela.
“¿Qué estarías dispuesto a hacer por salvar a quien más amas? ¿Hasta dónde llegarías por hacer lo correcto, aunque eso signifique saltarte tus principios?
La vida de Jorge da un giro repentino cuando su vida se entrecruza con la persona equivocada.
A partir de ese momento deberá hacer todo lo que jamás pensó que sería capaz para volver a recuperar el control de su vida, y para ello tendrá que recurrir a las intrigas más insólitas para no ceder ante el chantaje al que es sometido y encontrar la forma de que su hija no sea la próxima víctima.”.
No puedo adelantaros más porque entonces “tendría que mataros…
¿Dónde te ves dentro de 10 años con tu faceta de escritor?
Nunca me lo había planteado. En general me considero una persona que ha aprendido a vivir el presente. El pasado me sirve para intentar no repetir errores pretéritos. En el futuro no pienso demasiado, más allá de planificar viajes. 10 años son demasiados para pensar dónde estaré. Pero si queréis una respuesta, podría decir que me encantaría estar preparando la presentación de mi quinta novela.
¿Qué libro tienes ahora en la mesita de noche?
Me gusta mucho la novela negra y la histórica. En este momento me estoy leyendo el primer libro de la trilogía de Atila de William Napier. Tiene muy buena crítica. Acabo de terminar otra trilogía del autor con seudónimo, Carmen Mola.
¿Hay algún libro que hayas leído más de una vez?
El principito de Antoine de Saint-Exupéry lo he leído unas cuantas veces. Me parece una auténtica maravilla por su sencillez y a la vez su mensaje. Es una auténtica joya literaria para niños, adultos y mayores. Y tiene la ventaja de que siempre que lo lees en distintos momentos de tu propia historia, eres capaz de extraer algo nuevo.
No soy en general una persona de leer dos veces lo mismo salvo en este caso. Ah claro, y mis novelas. Pero eso es por motivos evidentes. No me queda más remedio si quiero que queden bien.
¿A parte de escribir, que te gusta hacer en tus ratos libres?
Tengo muchas inquietudes. Me gusta bailar, sobre todo hace un tiempo. Ahora me bailo una canción a tope y ya voy buscando donde sentarme. Me gusta mucho leer. Creo que para escribir debe gustarte mucho la literatura. Me encanta el submarinismo, el buceo con tiburones es apasionante. Conseguí mi primera experiencia con estos maravillosos animales en 2016, fecha en que también comencé a escribir mi primera novela, Nieve Negra.
Ahora con el confinamiento me han fastidiado lo del viajar. Tengo ganas de recuperar eso. Es el motor que alimenta mi día a día y que de algún modo también me da ideas para seguir escribiendo. Uno de los viajes que tengo que hacer en cuanto abran las puertas de nuevo es Sevilla. La capital hispalense es uno de los rincones de este maravilloso país que todavía no conozco. Sé que pensaréis que casi es un delito. Ya os digo yo, no es casi un delito, lo es en todo su concepto.
Pues ven cuando quieras y las circunstancias lo permitan. Estaríamos encantados de enseñarte nuestros rincones preferidos y quién sabe si la casa Pilatos, el barrio de Santa Cruz o la Giralda te dan ideas para otra novela. |
¿Quieres decirles algo a nuestros lectores?
Quiero decirles que lean mucho, que es un modo de viajar sin moverse de casa, que la imaginación es lo único que no se puede confinar.
Quiero decirles que aprovechen al máximo su presente, que no se sabe lo que puede suceder y que mañana es tarde si quieres hacer algo hoy.
Quiero decirles que viajen, que moverse por el mundo es el mejor modo de valorar lo que se tiene, de aprender otras cosas, de expandir la mente y por ende, de crecer a todos los niveles.
Y por último quiero decir que se compren la novela Redención, que me den la oportunidad de conocerme, aunque sea a través de mi imaginación, que espero no decepcionarles.
Nada más. Muchas gracias por esta oportunidad de explicar lo que me mueve y dar a conocer mi fascinación por escribir.
Un fortísimo abrazo
Sergio Moreno López
Muchas gracias Sergio por contestar con tanta paciencia nuestras preguntas.
No puedo esperar tener tu libro entre manos para pasar un rato estupendo seguro.
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